MANTENIMIENTO DE LOS COMPRESORES

¿Cómo mantener un compresor de aire?

  El mantenimiento de los compresores de aire a tornillo es un momento clave para respaldar la
  producción. Dado que permiten un funcionamiento automatizado, programable y silencioso,
  son los equipos más indicados para abastecer las operaciones de aire comprimido en la
  industria.

Servicio preventivo
El servicio preventivo es la tarea que permite prolongar la vida útil de las máquinas o herramientas destinadas a la producción.
Se lo denomina preventivo precisamente dado que éstos se programan para ejecutarse a determinada cantidad de horas de uso de cada equipo.
En el caso de los compresores de aire a tornillo, éstos se realizan cada 1.000, cada 4.000 y a las 20.000 horas. Cada uno de estos servicios incluye una gama de consumibles a reemplazar, principalmente filtros, pre filtros, aceite y correas.
En el caso del servicio de las 20.000 horas, también denominado overhaul, se trata de una rectificación de la máquina restableciendo los parámetros a valores de fabricación, tanto de la unidad compresora como también del motor eléctrico.
Esta rectificación incluye el cambio de rodamientos de la unidad compresora, cambio de retén; también se cambia el kit de admisión, la válvula termostática. Y en cuanto al motor eléctrico se realiza un cambio de rodamiento, junto con una recuperación de aislación con el objetivo de restaurar completamente los valores del equipo.
Ajuste de correas
Es una rutina que también se lleva delante de manera preventiva con el objetivo de prolongar el funcionamiento de las correas. Éstas tienen una vida útil de unas 4000 horas, lo cual, en un promedio de uso normal de 8 horas diarias, son aproximadamente 30 meses.
El punto es que una correa floja o mal tensada tiene un desgaste prematuro y probablemente no llegue a cumplir este ciclo, lo cual conviene hacer este ajuste de forma periódica.
Otro aspecto por considerar es que esta tarea debe ser realizada cumpliendo ciertos parámetros, a saber: una correa no puede ser tensada de modo que dañe el retén. Esto implica que tiene que tiene que tener una tolerancia de aproximadamente 15 milímetros para que no realice una fuerza excesiva contra el retén y se desgaste prematuramente.
Ajuste de contactos eléctricos
Ajustar todos los contactos eléctricos que están por dentro y por fuera del compresor de aire a tornillo es fundamental. Rutinariamente un electricista o técnico puede ajustar los contactos eléctricos del tablero, pudiendo tener un borne flojo en la toma de energía, en el otro extremo del cable, y eso genera un problema eléctrico al compresor.
Los contactos flojos pueden provocar el aumento del amperaje, es decir un amperaje nominal “falso”, provocando un mayor consumo de energía, fatigando cables y, en casos más críticos, llegando a quemar contactos y relevos térmicos del compresor.
Revisión general
Consiste en una revisión ocular para detectar cualquier tipo de anomalía en el funcionamiento del compresor de aire a tornillo: un roce de las paletas del ventilador sobre el chasis, una gota de aceite donde no corresponde, una baja en el nivel de aceite, por mencionar algunos ejemplos.
Se trata de situaciones que pueden ser detectadas simple vista para dar una solución de forma inmediata a la falla.
Limpieza
La limpieza general tiene que ver con no solamente con un principio de mantenimiento, sino que responde también a una cuestión estética y de presentación: a nadie le gusta ver una máquina llena de grasa o de polvo.
Por otra parte, esta falta de limpieza puede tener efectos perjudiciales para el desempeño térmico de los compresores de aire a tornillo. El radiador, por ejemplo, sufre mucho el contacto con la grasitud que conforman el polvo y el aceite, la cual queda pegada a sus celdas logrando que este componente pierda su efecto disipador de temperatura.


A continuación podras ver un vídeo con otras sugerencias para mantener un compresor de aire en buenas condiciones: